El 25 de abril de 1999, casi
10.000 practicantes de Falun
Gong, en silencio, formaron una fila muy larga en las calles de
Pekín cerca de Zhongnanhai para pedir al Gobierno chino que se les
reconociera legalmente, en lo que fue la segunda manifestación
ilegal más importante de la ciudad después de la de Tiananmen en
1989.
Durante su creación y hasta 1999, Falun Dafa contó con el
beneplácito del Gobierno chino, lo que unido a su gratuitidad,
provocó un aumento constante del número de adeptos.
Según los detractores del régimen, el ex presidente chino tuvo
miedo cuando vio que entre 70 y 100 millones de chinos
practicaban Falun
Dafa , mientras que los afiliados al Partido Comunista
apenas superaban los 50 millones. "Había un movimiento libre que él
no controlaba, una amenaza para el régimen", aclara el abogado de
Derechos Humanos Carlos Iglesias, quién confiesa que solucionó sus
problemas de hernia discal gracias a esta práctica.
Tres meses después de la manifestación, el 22 de julio de 1999,
Zemin prohibió el movimiento oficialmente alegando que Falun Dafa
era una secta nociva para el Estado, la sociedad y sus
practicantes, y dio tres órdenes muy claras: "difámenlos,
arruínenlos económicamente y destrúyanlos físicamente".
Desde ese momento comenzaron las detenciones masivas en parques,
domicilios, etc. Una persecución que dura hasta hoy tanto dentro
como fuera del país controlada por las embajadas -según sus
practicantes-.
Falun Gong (法輪功) es una disciplina del Qi Gong fundada en China
por Li Hongzhi (李洪志) en 1992. Tiene un conjunto de cinco ejercicios
de meditación y busca desarrollar los corazones y el carácter de
los practicantes de acuerdo a los principios de Verdad, Compasión y
Tolerancia (真,善,忍).